martes, 25 de mayo de 2010

LOS MISTERIOS DE EGIPTO



El neoplatónico Jámblico nació en Calcis, en la isla de Eubea, en la segunda mitad del siglo II de nuestra era y murió hacia el año 330. Fue alumno de Anatolio, uno de los discípulos de Porfirio y, más tarde, del mismo Porfirio. A parte de Los Misterios de Egipto fue autor de numerosas obras, la mayoría de ellas perdidas, de las que, sin embargo, se conservan algunos estractos. Estobeo, por ejemplo, nos ha dejado citas importantes de la Teogonía Caldea así como de De Ánima. La primera traducción latina de Los Misterios de Egipto se debe a Marsilio Ficino, quien la realizó en 1497, a partir de un manuscrito copiado hacia 1460. Los Misterios de Egipto se dividen en 10 libros que son una respuesta a la carta de Porfirio a Anebón y una solución a las dificultades que se encuentran en ella. Esta respuesta parece haber gozado de una cierta popularidad, incluso en medios cristianos, ya que Eusebio la cita en su Preparación Evangélica y San Agustín en su Ciudad de Dios (X-XI). En la carta en cuestión, Porfirio atacaba a la Teurgia y ciertas formas de adivinación que Jámblico se esfuerza en defender basándose en las enseñanzas de los Misterios egipcios y caldeos.

Los extractos que hemos escogido de estos 10 libros proceden, especialmente, del libro I, que trata de varias cuestiones apelando a la sabiduría caldeo-egipcia; del V, que se ocupa de los sacrificios y recalca la importancia de la oración; del VII, que trata de la mistagogía simbólica de los egipcios y del VIII que, a grandes rasgos y con considerables lagunas, expone algunas ideas sobre la teología y la astrología.

Han sido traducidos a partir de la edición de Edouard des Places. (1)

Como otros muchos filósofos griegos, Jámblico no es en realidad un elaborador de sistemas nuevos u originales; para él, los fundadores de la Teurgia, tema central de los Misterios de Egipto son siempre los sacerdotes egipcios, a los que muy a menudo llama los antiguos. La enseñanzas que aparecen en su obra proceden de estos, actuando Jámblico como un auténtico transmisor de la sabiduría egipcia, en lo que se refiere a Dios, al intelecto y al alma. Dios es Ese fuego supraceleste que saca su claridad de sí mismo, que no ha nacido, que es incorpóreo e inmaterial. (I- 15). El intelecto, la chispa divina en el hombre cuyo despertar permite su regeneracíón, es Aquello que en nosotros hay de divino, inteligente y uno [...] que se despierta manifiestamente en la oración; despertándose , este elemento aspira superiormente al elemento semejante y se une a él en la perfección en sí (I-15).

La oración y, sobre todo, la alabanza eran una parte importante de las prácticas religiosas egipcias, ello lo demuestra la inmensa cantidad de himnos que hoy en día se conservan (2). La función eminentemente litúrgica de estos himnos no les priva, sino todo lo contrario, de un extraordinario valor poético. La oración era para los egipcios algo natural en el hombre caído y no sólo tenía el poder de orientarle hacia Aquel a quien ora, sino también el de acercarle a Él. En un himno a Amón (3) leemos: Él oye las oraciones de aquel que grita hacia él; en un instante viene de lejos hacia aquel que le invoca. Tener conciencia de nuestra nada es lo que nos empuja a orar: Y por la súplica nos elevamos pronto hasta el.

Ser a quien suplicamos, nos hacemos semejantes a Él por su frecuentación continua y desde nuestra imperfección llegamos poco a poco a la perfección divina. (I-15).

En la oración se considera tres grados, los cuales Jámblico explica con detenimiento, y, que además de ser un digno objeto de enseñanza, hace que la ciencia de los dioses se perfeccione. El primer grado de oración nos lleva al contacto con lo divino y nos permite conocerle; el segundo grado establece una comunión y una conformidad de sentimientos que atrae los dones que los dioses envían desde arriba incluso antes de que tomemos la palabra e incluso antes de que pensemos (V-26). En el tercero se sella una unión inefable que funda sobre los dioses toda su eficiencia y hace que nuestra alma repose perfectamente en ellos.

La oración es, pues, un instrumento valiosísimo en manos del hombre que quiere recuperar su estado de unión con lo divino, que alimenta nuestra alma y que revela a los hombres los secretos divinos.

Para los egipcios, la creación, la naturaleza o el mundo de las apariencias no son sino símbolos de otra realidad, del mismo modo que sus jeroglíficos y su mitología se refieren también a ella, pudiéndoselos confundir, tal como tiende a hacer el
profano, con meros símbolos de la naturaleza.

Hacían una distinción entre la naturaleza y la vida natural que de ella depende, la vida psíquica y la intelectual. Los planos psíquico e intelectual están por encima del natural, la fatalidad o el destino que actúa sobre el natural y sobre el psíquico no llega a alcanzar al intelectual. Esta no era en modo alguno una mera concepción o consideración teórica, ya que, según Jámblico, los sacerdotes egipcios recomiendan ascender por la Teurgia hierática a las regiones más elevadas, más universales, superiores a la fatalidad (VIII-4).

Se trata de una vía enseñada por Hermes (4), que el profeta Bytis (5) Interpretó al rey Amón después de haberla descubierto, grabada en jeroglíficos en un santuario de Sais en Egipto (VIII-5).

Para los sacerdotes egipcios, el hombre tiene dos almas (6) una de las cuales participa en la naturaleza divina, que es intelectual y otra introducida en nosotros a partir de la revolución de los cuerpos celestes. Este alma intelectual es superior al ciclo de los nacimientos y gracias a ella, liberados de la fatalidad, nos remontamos hacia los dioses inteligibles (VIII-6).

La gran enseñanza de los egipcios, transmitida en los jeroglíficos y de la que Jámblico se hace eco, sería pues la respuesta a cómo librarse de la Fatalidad; y la Teurgia el sistema que nos proponen.

La fatalidad es el estado del hombrecaído, sometido a la corruptibilidad, sometido a los astros. Declaro que el hombre, concebido como divinizado, unido antaño a la contemplación de los dioses, se ha deslizado en otra alma combinada a la forma específicamente humana y por ello se encuentra cogido en los lazos de la necesidad y de la fatalidad (X-5).

La verdadera Teurgia es, para Jámblico, una mistagogía sagrada (I-11). No es nuestro pensamiento el que opera estos actos (teúrgicos); su eficacia sería entonces intelectual y dependería de nosotros, y ni una ni otra cosa son verdaderas. Sin que nos demos cuenta de ello, son en efecto, los signos mismos, por sí mismos, quienes operan su propia obra, y el inefable poder de los dioses a quienes conciernen estos signos, reconoce sus propias copias por sí mismo sin la necesidad de ser despertado por la actividad de nuestro pensamiento [...]

Lo que despierta propiamente el poder divino son los mismos signos divinos; y así el divino es determinado por el divino y no recibe de los seres inferiores otro principio sino su propia acción (II-11). Vemos que nada tiene que ver con la hechicería o con el poder mental.

Sirva esta breve exposición para centrarnos en la motivación profunda que impulsó a los egipcios a inventar una serie de divinidades, cada una de las cuales tiene, como irá advirtiendo el lector, un significado concreto y preciso. Todo su panteón, todos sus misterios, todo su curiosísimo sistema de momificación, no apuntan sino a enseñar el camino de la incorruptibilidad a la resurrección.


KHNUM

Jnum "El que modela", fue un dios creador en la mitología egipcia. Originalmente fue un dios del agua.

  • Nombre egipcio: Jnum. Nombre griego: Jnoumis o Cnoufis. Nombre Nubio: Deduen.

Fue representado como hombre con cabeza de carnero, tocado con la corona Atef, portando cetro uas y Anj.

Mitología [editar]

Era considerado el creador del huevo primordial de donde surgió la luz solar, al inicio de los tiempos, que dio vida al mundo. Dios alfarero que modelaba con lodo del Nilo las personas, creando su ka en el momento de nacer. Dios de la fertilidad. También era guardián de las aguas del inframundo (Duat) y custodio de las fuentes del Nilo en Elefantina.

Según una tradición Jnum creaba a los hombres con su torno de alfarero, pero rompió su rueda cansado de hacerla girar y colocó, en cada mujer, una parte de ella. Desde entonces pudieron reproducirse sin su intervención.

Formó parte de la tríada de Esna, con Satis y Neit; de la tríada de Elefantina, siendo esposo de Satis y padre de Anukis; en la Baja Época serán con Neit y Heka con quienes forma tríada. Era el esposo de Heket en Antinoe.

Representación [editar]

Fue representado de múltiples maneras, como: Jnum Nehep "el creador", Jnum Jentitauy "gobernante de las Dos Tierras", Jnum Sejetashsepef "quien teje su luz", Jnum Jentiperanj "gobernante de la Casa de la Vida", Jnum Nebtaanjtet "Señor del País de la Vida", Jnum Jentinechemchemanjet "Gobernador de la Casa de la Dulce Vida", y Jnum Neb "Señor".

Jnum y su compañera Sejmet, representados en un bajorrelieve del templo de Esna, Egipto.

Epítetos [editar]

Recibió los títulos o epítetos de: "El que modela", "Señor de la catarata", "Señor del Más Allá", "Padre de los padres y Madre de las madres".

Sincretismo [editar]

Se le asoció con los dioses Ra, Ptah y Amón.

Culto [editar]

Fue venerado principalmente en Elefantina y Esna. También en File, Hypselis y Antinoópolis.

Nombres teóforos [editar]

El nombre del dios Jnum aparece en la titulatura del faraón Keops, en la forma «Jnum me protege».




SEKHMET

Era hija del dios Ra. Su esposo era Ptah y su hijo, Nefertum.

Su ira era temible pero, si se conseguía apaciguarla, otorgaba a sus adoradores el dominio sobre sus enemigos y el vigor y la energía para vencer la debilidad y la enfermedad.

En algunos casos fue considerada aliada y protectora de Ra, dado que daba muerte a quienes osaran enfrentarse o atacar a la monarquía divina o terrenal.

Mito sobre la destrucción de la humanidad [editar]

El mito sobre Sejmet, que tiene más fuerza en la mitología egípcia, es el que se encontró en las paredes de la tumba de Seti y trata sobre la destrucción de la humanidad.

Este mito narra la conspiración que llevaron a cabo los hombres, en época del Antiguo Egipto, para derrocar a los Dioses utilizando los poderes y habilidades que estos les habían brindado para crecer y prosperar sobre el planeta; poderes que los hombres utilizaron para idear artimañas con la intención de la destrucción final de los Dioses.

Este hecho provocó que Ra convocase un concilio con las deidades más poderosas que tomaron la decisión de que Sejmet, la más poderosa y de fuerza inigualable, se manifestase sobre la tierra con el fin de aplacar la revuelta. De esta manera, cada noche, Sejmet se manifestaba asesinando y bebiendo la sangre de los humanos que tenían perversos planes en contra de los Dioses y.

Los Dioses se volvieron a reunir y determinaron que el castigo ya había sido suficiente, pero no pudieron controlar la voraz sed de sangre de Sejmet, quien hizo caso omiso de la voluntad de los otros dioses y continuó manifestándose noche tras noche y asesinando indistantemente a humanos.

El Dios Ra se percató entonces de que Sejmet no finalizaría su matanza hasta haber extinguido en su totalidad la raza humana, e ideó un plan para acabar con los asesinatos. Consiguió unas plantas lefantinas, una especia de droga con capacidad para alterar la mente, y junto con hojas de opio las envió al dios Sekti, en Heliopolis. Sekti llenó de cerveza un pantano por el que sabía que pasaría Sejmet y añadió las plantas. Posteriormente, tiñó la cerveza con una arenisca caraterística de la zona que dio al pantano un color rojizo, idéntico al de la sangre.

Esa misma noche, Sejmet pasó por la zona, y cuando vio el pantano rebosando de lo que ella imaginó que era sangre, se regocijó y bebió hasta la última gota de cerveza, embargando así su corazón de una profunda alegría y olvidando de esta manera sus ideas de destruir la humanidad.

Sincretismo [editar]

En varios textos estaba relacionada con la diosa Bastet, siendo Sejmet la forma encolerizada de Bastet, que se transforma en gata cuando se apacigua como leona.

Epítetos [editar]

Fue conocida como "La más poderosa", "La terrible" por su carácter violento. La "Señora del oeste", la "Dama de las montañas de poniente", "La que frena la oscuridad" en su aspecto funerario. Era llamada "experta en magia", como sanadora. La "Diosa del amor", pues provocaba pasiones. La "Soberana del desierto".[1]

Culto [editar]

Fue venerada como "Señora del Asheru", en el templo de Mut, en Karnak. También en Luxor, Menfis, Letópolis y la región del Delta. En algunos templos se le ofrecía sangre de animales sacrificados con el fin de evitar su cólera. Para conmemorar la salvación de la humanidad se celebraban, en su honor, fiestas de la embriaguez.


SOBEK
Sobek fue el dios cocodrilo, de carácter beneficioso, creador del Nilo que habría surgido de su sudor; dios de la fertilidad, la vegetación y la vida en la mitología egipcia. Está relacionado con el punto cardinal Norte. Los griegos le llamaron Suchos, que quiere decir "cocodrilo" y le identificaron con Helios. Se le creía emergido de las aguas del caos en la creación del mundo. Era "Señor de las aguas". En el aspecto maligno se le representa como un demonio del Duat; se le asoció a Seth porque generaba peligro y desorden; en alguna versión del mito de Osiris se dice que Seth se escondió en el cuerpo de un cocodrilo para escapar sin castigo por su crimen; sin embargo él colaboró en el nacimiento de Horus y ayudó a destruir a Seth; también rescató a los cuatro hijos de Horus de las aguas de Nun, por orden de Ra. Su morada estaba al Este de la montaña de Baju, por lo que recibía el nombre de "Señor de Baju"; también tiene allí un templo. En la localidad de Gebelein, Neith era su madre, aunque en Sais era su hijo. Se le asoció con Amón, con Ra (como Sobek-Ra), Horus, Herishef y Seth; este último figuraba también como su padre. Su culto se remonta a las primeras dinastías egipcias. Su principal culto estaba en Shedet, Cocodrilópolis (El-Fayum), en el lago Moeris, luego en Nubt (Ombos) y Tebas. Adorado en Shedet junto a Neith y Senuy, y en Kom Ombo, donde es esposo de Hathor o de Heket y padre de Jonsu. Su fiesta se celebraba el día 4 del mes de Joiak.

SETH

Dios que en su origen es más brutal que maligno; los dramas que provoca se deben a su fuerza anormal, a su excesiva energía, más que a su mala intención; luego fue objeto de una interpretación hostil; todos los escritos osiriacos lo consideran como un criminal. Originario de Ombos (Nubt), pudo suplantar a un dios más antiguo, llamado Ash, señor del desierto occidental. Identificado con el desierto y el trueno, gobierna las nubes tormentosas y desencadena las borrascas del viento sur; las connotaciones negativas de Seth se refieren a la sequía, la esterilidad, la violencia, el hambre y el mar; los gusanos salían de la tierra a causa de su aliento. Recibió el desierto como herencia de Geb pero, envidioso de su hermano, que había recibido la tierra fértil de Egipto, asesinó a Osiris y lo cortó en pedazos; la lucha entre Osiris y Seth era la lucha de la tierra fértil contra el desierto y la lucha del bien con el mal. Venerado por unos, odiado por otros conoció épocas gloriosas y otras en las que su nombre estaba prohibido y sus estatuas eran destruidas. Es el señor del mal y las tinieblas, de la no-luz, de todo aquello que representa el mal, la sequía y como tal es el dios del desierto que por una parte protege a las caravanas que se adentran en sus dominios pero que también provoca las tormentas que hacen que esas mismas caravanas se extravien. En este doble papel de protector-destructor de las tierras áridas Seth era venerado porque su estado de ánimo dirigía el futuro de todos aquellos que cruzaban sus dominios

En un principio fue patrón de los metales (según Manetón al hierro se le llamaba "huesos de Seth") y el protector del Bajo Egipto. En la época anterior a la unificación de la monarquía se enfrentaron los partidarios de Seth, "Señor del Bajo Egipto", y los de Horus, protector del Alto Egipto; esta era una lucha por la herencia de Osiris, que terminó con el destierro de Seth al desierto. Su reino se supone que estaba en el cielo septentrional y su morada era una de las estrellas que forman la Osa Mayor, desde donde ejercía su maligna influencia para pervertir los designios benéficos de Osiris, que vivía en Orión, y de Isis, cuyo hogar era Sotis. Es el dios de la moción descendente del sol en el hemisferio inferior, en dirección hacia el sur; por esta razón representa el calor destructivo del verano; y cuando los días comienzan a disminuir, a partir del solsticio de verano, se dice que es él quien roba la luz del sol, por lo que es tenido como maligno. Sin embargo Seth no fue considerado totalmente malo; los faraones ramésidas promovieron su imagen como dios guerrero que protegía la barca de Ra por la noche, ya que este dios le había apoyado en su lucha contra Horus, evitando que Apofis hundiera la barca. Acompañado de Horus participa en las ceremonias de investidura del Rey como señores del Alto y Bajo Egipto. Fue también el dios nacional durante la dominación hicsa, convirtiéndole en marido de sus diosas Astarté y Anath; adoptado por el rey hicso Apofis como único dios, con el nombre de Sutej, le levantó un templo junto a su casa, en Avaris, y los funcionarios del rey le llevaban guirnaldas de flores; su versión de Seth tenía un carácter más asiático y llevaba un tocado parecido al del Baal semítico; era adorado como dios de las tormentas y patrón de la guerra. Con Sethy I se vuelve al Seth Nubti (el Seth de Ombos, su lugar original en el Alto Egipto).

En el Reino Nuevo se le consideró un dios benévolo, patrón de las armas, de la guerra y patrón de la producción de los oasis; Seth fue entonces popular porque, debido a su papel como señor de la confusión, podía sembrar la discordia entre los enemigos de Egipto. Era hijo de Nut y Geb, en la Eneada heliopolitana, y esposo-hermano de Neftis. Según algunas tradiciones es padre de Anubis. El auge del culto a Osiris trasnforma a Seth en la personificación de la maldad y su nacimiento se adapta a esta función. Según el mito de OsirisSeth ya representraba la maldad incluso en el vientre de su madre y por eso nació desgarrando el costado Nut. En otros textos aparece como esposo de Neith y padre de Sobek. Simbolizado por un animal no identificado, mezcla de oso hormiguero, asno, perro o algún animal extinguido, de orejas rectangulares erguidas, con el hocico curvado hacia abajo y una larga cola hendida (Loret lo identifica con el lebrel del Cáucaso); tenía los ojos y el pelo rojos, como el desierto. Bajo el reinado de Sahura (V Dinastía) se convierte en humano con cabeza de animal; un taparrrabo rodea sus caderas; lleva una amplia peluca y el cetro uas.

Sus animales sagrados eran el cerdo, el asno, el orix, el cocodrilo, el hipopótamo, la serpiente y el pez, bajo cuyo aspecto puede también aparecer; en general, se consideraban animales suyos cualquiera que fuera pescado en las aguas o cazado en el desierto, así como los de pelo o piel roja o parda. En la ciudad de Antaeópolis estuvo fusionado con Nemty, considerándo a éste una manifestación de Seth. Fue asimilado a Tifón por los griegos. Su centro originario de culto estaba en Ombos, por lo que se le llamaba "el ombita". Luego tuvo santuarios en Avaris, Abydos y Pi-Ramsés. Tres soberanos adoptaron su nombre en tiempos del Reino Nuevo: Sethy I, Sethy II y Sethnajt.

A pesar de que algunos faraones llevaron su nombre y en ciertas épocas gozó de culto, el pueblo nunca estuvó a su favor y a partir de la XXII dinastía se extendió la animadversión hacia él. En su tratado "De Isis et Osiride" , Plutarco afirma que los sacerdotes egipcios tenían gran aversión al mar y a la sal la denominaban espuma de Seth.


THOT

Nombre egipcio: Dyehuty
Nombre griego: Thot
Divinidad griega: Hermes
Representación: Hombre con cabeza de ibis

"El de Dyehut", "El de Dyehut", nomo XV del Bajo Egipto. Dios local y creador en Hermópolis. Era un dios lunar medidor del tiempo, puesto por Ra en el cielo para dejar una luz tras su retirada; sus diferentes fases ofrecen a los hombres una medida inmediata del tiempo, por lo que Thot era el que medía el tiempo de los cielos; fue el que estableció el primer calendario y por eso se le dio su nombre al primer mes. Fue también el que consiguió los cinco días epagómenos que permitieron el nacimiento de Osiris, Seth, Horus el Mayor, Isis y Neftis; asimismo, asimismo, el calendario lunar es el que se empleaba para marcar los acontecimientos religiosos. Recibió el nombre de "Regulador de las crecidas de las aguas" y el de "Toro de las estrellas" por representar los poderes mentales de Ra; en la Baja Epoca Thot fue llamado "Atón de plata", como sol de la noche. Bajo la advocación de "Señor del Tiempo" era el que se encargaba de anotar, con la ayuda de Seshat, los años de reinado de cada faraón en las hojas de una persea, el árbol sagrado de Heliópolis.

Es un dios que tiene capacidad para dirigir a los demás, sean cuales sean sus rangos; es el auténtico primer ministro, el dios de la sabiduría que exhorta al soberano a actuar o le empuja a tomar una decisión; procura que las decisiones del demiurgo sean cumplidas, funcionando así como mensajero; transcribe dichas decisiones convirtiéndolas en ordenanzas; vigila la distribución equitativa de los impuestos y la legitimidad de los títulos de propiedad; se encarga también de convocar asambleas de dioses cuando la importancia del asunto a tratar lo requiere.

También fue el inventor de la escritura; patrón de los escribas, de las artes y de las ciencias, del juego del senet. Como dios de la escritura, era el inventor de todas las palabras, del lenguaje articulado; se decía que codificó las ceremonias que transforman a los muertos en espíritus, y sólo los sacerdotes podían tener acceso a este conocimiento. Regía la Casa de la Vida en Hermópolis. Era el arquitecto que conocía bien los trazados y trayectorias de todas las cosas; señor de los inventores y de la sabiduría, también estaba relacionado con la música como inventor de la lira.

En Menfis, según la teoría de la creación, se le considera como la lengua de Ptah, cuyo poder propaga la vida a través del mundo. Su poder sobre las palabras le hacía estar al corriente de las fórmulas mágicas y enseñaba las fórmulas capaces de liberar del mal a los que quería conservar con vida.. Con su palabra ayudó a revivir al desmembrado Osiris; hizo de juez en la disputa entre Horus y Seth, curando luego las heridas que se habían infligido mutuamente, por lo que lleva el epíteto de "El que separa a los combatientes"; fue por curar con su saliva el ojo dañado de Horus, identificado con la luna, por lo que recibió el control sobre este satélite; fue también quien repuso los genitales a Seth. En la síntesis osiriaca es un fiel partidario de Horus e Isis, ayudando a ésta en el embarazo, nacimiento y posterior cuidado de su hijo. Sin embargo no siempre hace buen uso de su saber, no faltándole duplicidad y mala fe; puede llegar al engaño y la falsificación; él se asegura de repartir las ofrendas entre los suyos, manipula el curso de los astros y roba a los dioses una parte de lo que les corresponde.Según el Canon Real de Turín sucedió a Horus cuando este abandonó su reinado.

Acompañó a Onuris y convenció a la diosa Tefnut para que volviera de Nubia. Ayudante de Maat en el ejercicio de la justicia era el que anotaba el resultado del pesaje del corazón en la balanza del juicio y enumeraba los cargos ante los jueces.

En Hermópolis se creó a sí mismo. En una estela menfita se le hace emanación de Ptah. En los Textos de las Pirámides es considerado como hermano de Osiris y conspirador junto con Seth. Según el papiro Chester Beatty, nació del cráneo de Seth. En un texto de Esna nació del corazón del creador en un momento de amargura. Se le atribuyó como hermana y compañera la diosa Seshat, identificada con Nehemetauey, en Hermópolis Magna, y a Nehemetauey en Bahu, capital del nomo XV del Bajo Egipto. En Hermópolis se le representaba en forma de babuino, tomada de Hedy-ur, o generalmente de ibis, o con cabeza de estos animales y con la luna creciente y el disco sobre su cabeza; en las manos llevaba los instrumentos de escriba

Frecuentemente forma pareja con Horus de Letópolis. Se le adoraba en la ciudad de Hermópolis ( Hnmw, la de los ocho, la de la Ogdóada) en donde era dios principal desde tiempos muy remotos, aunque probablemente era originario del Delta..

En Egipto era conocido como Dyehuty o " Semsu" , el grande e incluso el "dos veces grande" y los griegos lo identificaron con Hermes, añadiéndole el apelativo de Trimegisto ("Tres veces muy grande"); muy cerca de Hermópolis,en Tuna el-Guebel, se encuentra la necrópolis de los babuinos y de los ibis. También se le adoró en Hermópolis Parva. Tuvo además culto en Serabit el-Jadim, especialmente en el Reino Nuevo, y en Nejeb tenía una capilla de tiempos de Ramsés II. Sus fiestas se celebraba con higos y miel y sus adoradores se saludaban con la frase "dulce es la verdad"; los días de celebración era los días 1 y 19 del mes de Thot, de Thot, primer mes de la estación de Ajet. Su nombre lo llevaron los Faraones llamados Thutmes ("Nacido del dios Thot").


ANUBIS

Nombre egipcio: Inpu
Nombre griego: Anubis
Representación: Chacal o humano con cabeza de chacal.

El nombre antiguo de Anubis, "Inpu", significa "el del chacal", por ser el nomo XVII del Alto Egipto su localidad de origen; aunque según Pirenne su origen estaba en Behedet. Fue primero dios de los muertos y quedó relegado a un segundo plano cuando el culto a Osiris> le otorgó a este el papel principal en el Mas Allá. Es uno de los dioses más antiguos del panteón egipcio, apareciendo ya en las paletas predinásticas de Nagada. En un texto de Unas se le asocia al ojo de Horus y, en el Libro de las Cavernas, su cometido era guiar al muerto en el Más Allá, iluminándolo con la luna, además de presidir las sepulturas; una de sus funciones era la de ser el "abridor de caminos" del Norte, como Upuaut lo era del Sur; su importancia en este sitio era tanta como la de Osiris, con quien compartía el reino del Más Allá junto con Upuaut. Era también el protector de los sacerdotes embalsamadores, ya que él era el embalsamador de los dioses por haber ayudado a Isis a embalsamar a Osiris; de esta manera se hizo responsable de la evisceración del muerto y recibió el título de "El que preside la tienda divina", que es el lugar de embalsamación; o el de "El que está sobre las vendas". Es el dios de la momificación que acompañaba al difunto ante el tribunal. En su comitiva, según el Libro de los Muertos, tenía a siete espíritus (Amset, Hapy, Duamutef, Kebehsenuf, Maa-an-tef, Jerybakef y Mejenti-irti); en otras versiones los siete espíritus son Nedyehdyeh, Aqedqed, Ka-en-rdi-en-ef-nebi-jenty-hut-ef, Aq-her-imy-unut-ef, Decher-irty-imy-hut-insy, Aseb-her-per-em-jetjet y Maa-em-kerh-an- nef-em-Hor, que son citados formando parte de la comitiva de Naref el Grande (Osiris).. También se le considera la personificación del solsticio de verano como Upuaut lo es del de invierno.

Recibió los nombres de "Señor de los Occidentales", tomado de Jenti-Amentiu, y " El que abre las puertas de abajo", o " Señor del Pais sagrado" (como guardián de las puertas de la Duat), en Abydos, "Señor de Rosetau", en Menfis, "Señor de las cavernas", en Assiut, en referencia al mundo de los muertos, como patrón de dichas necrópolis. A partir del Reino Nuevo es llamado también "El que cuenta los corazones", ya que Anubis imponía las manos al difunto para quitarle el corazón y llevarlo al juicio, donde será pesado bajo su vigilancia; en su lugar le pone un amuleto en forma de escarabajo. Asimismo era el dios al que se rogaba para que actuaran los sortilegios amorosos, en la Baja Epoca. Debido a su parentesco con la vaca sagrada, lleva el título de "Señor de las vacas lecheras" y, en Meroe, es frecuente encontrarlo haciendo donaciones de leche junto a Isis en las mesas de ofrendas.

Los textos antiguos no le adscriben padre ni madre, madre, ni tampoco paredra. Posteriormente se le hace hijo de Seth, o hijo adúltero de Osiris y Neftis al ser integrado en la religión de Osiris. Osiris borracho engendró a Anubis con Neftis, a quien confundió con su esposa Isi. Otra teoría afirmaba que Neftis se disfrazó de Isis y Osiris confundiéndola con su esposa lo engendró. En otras aparece como hijo de Seth y Neftis y en la síntesis solar aparece a veces como hijo de Ra y Neftis (en los Textos de las Pirámides aparece como cuarto hijo de Ra. En el mito de Osiris es enviado por Ra para ayudar a Isis y Neftis a preparar el cuerpo de Osiris para la momificación. De esta incorporación al mito osiríaco proviene su título de "Señor de los vendajes"; en los mitos de procedencia cósmica es hijo de Ihet y Sopdu; según los Textos de las Pirámides, su hija es Qebehut . En los Textos de los Sarcófagos, en Atifih, tiene como madre a la vaca Hesat; en otros sitios su madre es Bastet. En Assiut era compañero de Input, su contrapartida femenina.

Se le representaba como hombre con cabeza de chacal, sosteniendo el cetro real; su cara es de color negro, por el color de la putrefacción de los cuerpos, de la tierra fértil, símbolo de resurrección.

Ocasionalmente aparece como un perro que acompaña a Isis. La asociación con el chacal se debe, probablemente, al hábito de los chacales de desenterrar las tumbas para alimentarse. Rindiéndole culto esperaban invocarlo para proteger a los difuntos. Según Plutarco cuando Neftis engendró a Anubis, su hermana Isis lo reconoció. Neftis representa lo existente bajo tierra, lo que no se ve e Isis lo contrario, lo que se ve. Anubis es el punto de unión entre ambas zonas, el horizonte, y se le representa como un perro porque estos ven tanto en las tinieblas como en la luz. Poco frecuente es su aspecto en forma de serpiente y aparece como tal en Heliópolis.

Se le identifica con Jenti-Amentiu. En el nomo XVIII del Alto Egipto se fusionó con su Horus local, tomando el nombre de Hor-Anubis. Recibió culto en la ciudad de Cinópolis. Otros lugares de culto fueron Assiut, Menfis, Licópolis, así como diversos santuarios en las necrópolis. Los sacerdotes sem se ponían máscaras de Anubis para oficiar en los funerales. Su fiesta se celebraba el día 22 del mes de Mesore. Su animal sagrado era el perro, del cual se han hallado numerosas momias.

El sincretismo convirtió a Anubis, junto con Upuaut, en uno de los generales que acompañó a Osiris en sus viajes civilizadores.