martes, 25 de mayo de 2010




SEKHMET

Era hija del dios Ra. Su esposo era Ptah y su hijo, Nefertum.

Su ira era temible pero, si se conseguía apaciguarla, otorgaba a sus adoradores el dominio sobre sus enemigos y el vigor y la energía para vencer la debilidad y la enfermedad.

En algunos casos fue considerada aliada y protectora de Ra, dado que daba muerte a quienes osaran enfrentarse o atacar a la monarquía divina o terrenal.

Mito sobre la destrucción de la humanidad [editar]

El mito sobre Sejmet, que tiene más fuerza en la mitología egípcia, es el que se encontró en las paredes de la tumba de Seti y trata sobre la destrucción de la humanidad.

Este mito narra la conspiración que llevaron a cabo los hombres, en época del Antiguo Egipto, para derrocar a los Dioses utilizando los poderes y habilidades que estos les habían brindado para crecer y prosperar sobre el planeta; poderes que los hombres utilizaron para idear artimañas con la intención de la destrucción final de los Dioses.

Este hecho provocó que Ra convocase un concilio con las deidades más poderosas que tomaron la decisión de que Sejmet, la más poderosa y de fuerza inigualable, se manifestase sobre la tierra con el fin de aplacar la revuelta. De esta manera, cada noche, Sejmet se manifestaba asesinando y bebiendo la sangre de los humanos que tenían perversos planes en contra de los Dioses y.

Los Dioses se volvieron a reunir y determinaron que el castigo ya había sido suficiente, pero no pudieron controlar la voraz sed de sangre de Sejmet, quien hizo caso omiso de la voluntad de los otros dioses y continuó manifestándose noche tras noche y asesinando indistantemente a humanos.

El Dios Ra se percató entonces de que Sejmet no finalizaría su matanza hasta haber extinguido en su totalidad la raza humana, e ideó un plan para acabar con los asesinatos. Consiguió unas plantas lefantinas, una especia de droga con capacidad para alterar la mente, y junto con hojas de opio las envió al dios Sekti, en Heliopolis. Sekti llenó de cerveza un pantano por el que sabía que pasaría Sejmet y añadió las plantas. Posteriormente, tiñó la cerveza con una arenisca caraterística de la zona que dio al pantano un color rojizo, idéntico al de la sangre.

Esa misma noche, Sejmet pasó por la zona, y cuando vio el pantano rebosando de lo que ella imaginó que era sangre, se regocijó y bebió hasta la última gota de cerveza, embargando así su corazón de una profunda alegría y olvidando de esta manera sus ideas de destruir la humanidad.

Sincretismo [editar]

En varios textos estaba relacionada con la diosa Bastet, siendo Sejmet la forma encolerizada de Bastet, que se transforma en gata cuando se apacigua como leona.

Epítetos [editar]

Fue conocida como "La más poderosa", "La terrible" por su carácter violento. La "Señora del oeste", la "Dama de las montañas de poniente", "La que frena la oscuridad" en su aspecto funerario. Era llamada "experta en magia", como sanadora. La "Diosa del amor", pues provocaba pasiones. La "Soberana del desierto".[1]

Culto [editar]

Fue venerada como "Señora del Asheru", en el templo de Mut, en Karnak. También en Luxor, Menfis, Letópolis y la región del Delta. En algunos templos se le ofrecía sangre de animales sacrificados con el fin de evitar su cólera. Para conmemorar la salvación de la humanidad se celebraban, en su honor, fiestas de la embriaguez.

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